Trump endurece la guerra comercial con China y amenaza con cancelar su encuentro con Xi Jinping
En un nuevo capítulo de la tensión económica entre Estados Unidos y China, el presidente Donald Trump anunció un arancel adicional del 100% a la importación de productos chinos y nuevas restricciones a la exportación de “software crítico” a partir del 1 de noviembre.
La medida llega pocas horas después de que Pekín informara que limitará la venta de tierras raras, materiales clave para la fabricación de semiconductores, autos eléctricos y aviones de combate. China controla gran parte de la producción mundial de estos componentes, lo que le otorga una fuerte ventaja estratégica frente a Washington.
Trump reaccionó con dureza y aseguró en su red social Truth Social que China “adoptó una postura extraordinariamente agresiva” en materia comercial. Además, puso en duda su reunión con el presidente Xi Jinping, prevista para la cumbre de la APEC en Corea del Sur.
“Tenía previsto reunirme con Xi, pero ahora parece que no hay motivos para hacerlo”, expresó el mandatario estadounidense.
Desde la Casa Blanca confirmaron que, junto al aumento de aranceles, se implementarán controles sobre la exportación de tecnología sensible hacia China. “Dependiendo de la respuesta de Pekín, me veré obligado a contrarrestar financieramente su movimiento”, advirtió Trump.
El anuncio tuvo un impacto inmediato en los mercados internacionales: el Nasdaq cayó más del 3,5%, el S&P 500 retrocedió 2,7% y el Dow Jones perdió 1,9%. En tanto, los inversores se refugiaron en el oro, cuyo precio subió un 1,35%, y en bonos del Tesoro.
La tensión entre ambas potencias también repercute en otros países. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, destacó a la Argentina como posible proveedor alternativo de tierras raras y uranio, en el marco del acuerdo financiero con el gobierno de Javier Milei. Esto podría reconfigurar las cadenas de suministro globales en medio del enfrentamiento entre Washington y Pekín.