Cada 31 de octubre, el mundo se tiñe de naranja y negro para celebrar Halloween, también conocido como la Noche de Brujas. Aunque su origen se remonta a un antiguo festival celta, con el tiempo esta festividad se expandió y se convirtió en un fenómeno global que hoy también se celebra en Argentina.
Un origen pagano que marcó historia
La celebración de Halloween proviene del Samhain, un festival celta que tenía lugar el 1° de noviembre en regiones como Irlanda, Reino Unido y el norte de Francia. Durante esa noche, las comunidades despedían el verano y daban la bienvenida a las cosechas, marcando el final del año agrícola y el comienzo del otoño.
Los celtas creían que en la noche del 31 de octubre el velo entre los vivos y los muertos se volvía más delgado, permitiendo que los espíritus regresaran a la Tierra. Para protegerse, encendían hogueras y usaban disfraces con máscaras para ahuyentar a los fantasmas.
Con el paso del tiempo, los colores naranja y negro quedaron como símbolos de la fecha: el primero representa la cosecha y la energía del otoño, y el segundo, la muerte y la oscuridad.
De Irlanda a Estados Unidos: el nacimiento del Halloween moderno
Durante la Gran Hambruna Irlandesa de 1845, miles de familias emigraron a Estados Unidos, llevando consigo las tradiciones del Samhain. Allí, las costumbres se mezclaron con otras celebraciones locales y religiosas, dando origen a la versión moderna del Halloween norteamericano, con niños disfrazados, decoraciones tenebrosas y el famoso “truco o trato”.
Su nombre actual proviene de la frase inglesa “All Hallows’ Eve”, que significa “víspera de Todos los Santos”, en referencia al 1° de noviembre, día en que el cristianismo honra a los santos y mártires.
10 tradiciones populares de Halloween
Hoy, Halloween es sinónimo de diversión y creatividad. Entre las costumbres más populares se destacan:
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Disfrazarse de personajes de terror, héroes o villanos.
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Pedir dulces con la frase “¡Truco o trato!”.
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Tallado de calabazas o “Jack-o’-lanterns”.
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Fiestas temáticas con decoración de terror.
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Maratones de películas de miedo.
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Visitar casas embrujadas o atracciones temáticas.
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Juegos de terror y competencias de disfraces.
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Lectura de historias de miedo o leyendas urbanas.
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Decoración de hogares con calaveras, murciélagos y telarañas.
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Compartir fotos o videos en redes sociales mostrando los disfraces más originales.
En Argentina, cada año más personas se suman a esta fecha con fiestas, eventos, ferias temáticas y desfiles de disfraces, especialmente en las grandes ciudades.
Halloween ya no es solo una noche de miedo, sino también una oportunidad para celebrar la creatividad, la diversión y la imaginación colectiva.




