En un clima de profunda emoción, La Bombonera se convirtió este jueves en el escenario de la despedida final a Miguel Ángel Russo, último director técnico de Boca Juniors y figura emblemática del fútbol argentino.
Desde horas tempranas, una multitud de hinchas, periodistas, exjugadores y dirigentes se acercaron al estadio xeneize para rendirle homenaje, más allá de los colores o rivalidades deportivas.
Los restos de Russo descansan en el hall central del estadio, donde se montó una capilla ardiente que recibió un incesante desfile de público. “Se ha acercado una gran cantidad de gente a mostrarle su respeto, más allá de su camiseta”, describió en directo Aníbal Gramaglia para La Posta Comodorense.
Entre los presentes, la prensa también recordó su trato humano y su cercanía:
“Era un fenómeno, entendía nuestro trabajo, siempre cordial. Lo primero que te preguntaba era cómo estaba tu vida, antes de hablar de fútbol”, compartió un periodista que lo conoció durante su carrera.
El respeto hacia Russo trascendió los límites de Boca. En el lugar se vieron camisetas de River, Estudiantes de La Plata, Racing, Rosario Central y otros clubes. “Eso muestra lo que inspiraba Miguel Ángel Russo: su humildad y su grandeza”, señaló otro de los asistentes.
Para los hinchas de Estudiantes de La Plata, su figura tiene un valor especial:
“Nos representó como jugador, como capitán y como entrenador. Siempre volvió cuando lo necesitamos. El hincha de Estudiantes le estará eternamente agradecido”, expresó un simpatizante del club platense.
La despedida a Miguel Ángel Russo en La Bombonera no fue solo un adiós, sino también un reconocimiento a una trayectoria marcada por el compromiso, la pasión y el respeto por el fútbol y por la gente.