El swap con EE.UU. profundiza la interna del Gobierno y expone diferencias sobre China
El anuncio de un swap por US$20.000 millones con Estados Unidos reavivó las tensiones internas del Gobierno y puso en evidencia las diferencias sobre la relación con China. La Casa Rosada mantiene distintas versiones sobre los detalles del acuerdo con la administración de Donald Trump, incluyendo condicionamientos estratégicos como la cancelación del canje de monedas con Beijing.
Las disputas internas, que comenzaron hace meses y se reflejaron en la relación con gobernadores y bloques aliados, ahora también se trasladan al plano internacional. Mientras un sector busca mostrar cercanía con la Casa Blanca, otro evita confrontar a Beijing. “Hay marchas y contramarchas”, admiten fuentes de Balcarce 50.
Conflictos sobre la interpretación del acuerdo
Tras las declaraciones del secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, quien aseguró que “Milei está comprometido con sacar a China de su país”, el jefe de gabinete Guillermo Francos aclaró que no cree que “una parte del acuerdo sea excluir a China de Argentina”. Bessent insistió en que su objetivo es evitar “otro estado fallido o liderado por China en América Latina”.
Las declaraciones de Francos generaron turbulencias internas, en contraste con la línea de negociación seguida por el ministro de Economía Luis Caputo y el asesor presidencial Santiago Caputo, quienes mantuvieron reuniones con representantes estadounidenses, incluyendo al asesor de Trump Barry Bennett.
Diferencias internas y conflictos de poder
La interna se profundizó tras el último viaje de Javier Milei a Nueva York, donde se reunió con Donald Trump y se iniciaron los contactos para cerrar los detalles financieros. Existen distintas versiones sobre los condicionamientos del acuerdo y sobre quién gestionó cada paso, que incluyen pedidos de acuerdos con aliados y un nuevo pacto de gobernabilidad luego de las elecciones.
Lo mismo ocurre con los proyectos estratégicos con China, como el Radio Telescopio Chino-Argentino (CART) en San Juan y la base en Neuquén, construida en 2012 a través de un acuerdo con China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC). Algunos sectores del Gobierno analizan que la contrapropuesta estadounidense implicaría respaldo financiero e inversiones a cambio de limitar la influencia china en la región.
La disputa entre equipos del gabinete
El choque de posturas también se refleja internamente entre los equipos de Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, y Santiago Caputo, asesor presidencial. Francos, cercano a la presidenta de La Libertad Avanza, apuntó contra Caputo: “Hay actores del Gabinete o del equipo de gobierno que no están en el Gabinete que no tienen responsabilidad de gestión y por ahí están tomando decisiones”.
Las tensiones entre ambos equipos se remontan a conflictos previos, como el cruce entre Daniel Parisini, alias “Gordo Dan”, y el ministro coordinador, luego de críticas al senador Luis Juez por su voto a favor de la Emergencia en Discapacidad. A esto se suman los acercamientos a Mauricio Macri promovidos por el jefe de gabinete en plena campaña, que profundizaron las diferencias.
El swap con EE.UU., más allá de sus implicancias financieras, deja en evidencia una interna que combina política doméstica, relaciones internacionales y conflictos de poder dentro del propio Gobierno.