El Gobierno de Río Negro expresó su firme rechazo a la decisión del Gobierno Nacional de habilitar el ingreso de carne con hueso a la Patagonia desde zonas libres de aftosa con vacunación, una medida que, según denunció el gobernador Alberto Weretilneck, pone en riesgo 20 años de esfuerzo sanitario y productivo en la región.
“Es una medida totalmente inconsulta, arbitraria y unitaria, tomada por un burócrata desde un escritorio en Buenos Aires, respondiendo quién sabe a qué intereses”, sostuvo el mandatario rionegrino, quien ya presentó un reclamo formal ante Nación y adelantó que tomará medidas para revertir la resolución.
Un retroceso en la sanidad animal
Desde el gobierno provincial consideran que la decisión del SENASA representa un grave retroceso en las políticas de cuidado sanitario, ya que la Patagonia es reconocida internacionalmente como una zona libre de aftosa sin vacunación. Weretilneck insistió en que la estrategia debería ser extender ese status sanitario a todo el país, en lugar de forzar a la región a retroceder.
“Si no hay riesgos en materia de aftosa, que el SENASA asuma la responsabilidad, que se deje de vacunar en el resto del país y se unifique el status sanitario. Pero claramente no lo van a hacer”, cuestionó el gobernador, quien alertó sobre el impacto negativo que esta medida puede tener en los mercados internacionales.
El precio de la carne y los intereses detrás de la medida
Uno de los argumentos esgrimidos por el Gobierno Nacional es que esta apertura ayudaría a bajar el precio de la carne en la Patagonia, algo que desde Río Negro desmienten. Según datos oficiales, el 63% de la carne sin hueso que ya ingresa desde el norte de la barrera sanitaria se vende a precios similares a los de la carne producida y faenada en la región, por lo que no habría un beneficio real para los consumidores.
Weretilneck apuntó directamente contra los grandes supermercados y las empresas importadoras de carne, a quienes responsabilizó por impulsar la medida en su propio beneficio: “No son los que piensan en los intereses de la gente, sino en los propios”.
Impacto en la producción ganadera patagónica
El gobernador también advirtió sobre las graves consecuencias que esta decisión tendrá en la industria cárnica regional, generando una posible crisis en el sector ganadero. “Nos están cerrando mercados internos y externos, y esto afectará a miles de trabajadores que verán peligrar sus fuentes de empleo”, sostuvo.
Finalmente, Weretilneck fue contundente en su crítica al Gobierno Nacional y al centralismo porteño, acusándolos de desconocer la realidad productiva del interior del país.
“En Río Negro hicimos todo para mejorar: genética, producción de granos para engorde, sanidad estricta. No vamos a permitir que todo ese esfuerzo no valga de nada”, sentenció.
El conflicto ya está planteado y se espera que en los próximos días haya nuevas acciones por parte de la provincia en defensa del status sanitario que la Patagonia ha sostenido durante dos décadas.