La flamante presidenta de México, Claudia Sheinbaum, recibió el martes el «bastón de mando» de los pueblos indígenas en su primer acto público, donde leyó sus 100 compromisos de gobierno ante miles de seguidores en la plaza principal capitalina del Zócalo, frente al Palacio Nacional, sede del Ejecutivo federal.
«Invocamos a nuestros ancestros, abuelos, abuelas, para que, con su sabiduría, conocimiento, experiencia, guíen el camino de nuestra presidenta, doctora Claudia Sheinbaum Pardo, que la iluminen con la luz, para que su proyecto de trabajo pueda llevarlo a cabo con la fuerza del universo», dijo una dirigente indígena en el acto.
La gobernante recibió una «limpia», ritual para protegerla de cualquier mal, con sahumerios con resinas vegetales de copal e hierbas que le fueron frotadas en su cuerpo, para purificar y alejar los malos espíritus.
En una tarde nublada tras una ligera llovizna, los líderes indígenas rezaron una plegaria para que la nueva gobernante sea iluminada con las «sabiduría de abuelos y ancestros que guíen su caminar en todo momento y la protejan en momentos difíciles y fáciles».
Sheinbaum, enfundada en un vestido blanco con detalles bordados de culturas prehispánicas y con la banda presidencial con los colores de la bandera mexicana, agradeció al presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, por su asistencia a la ceremonia.
«No al racismo, no al clasismo y no al machismo», exclamó la jefa del Ejecutivo mexicano.
En su discurso, Sheinbaum se comprometió a respaldar la reforma constitucional del Poder Judicial que fue aprobada por el Congreso por iniciativa de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, con el propósito de erradicar la corrupción y garantizar la independencia de jueces y magistrados.
Uno de los cien compromisos -tradición que comenzó su antecesor en 2018- es someterse en 2027 a un referendo de revocación de su mandato.
«No habrá reelección en ningún puesto popular y cero nepotismo, porque no habrá relevo de familiares en ningún puesto», expresó.
La lista de compromisos incluye la continuación de obras del Gobierno anterior y la implementación de las políticas de su antecesor, que ahora denomina «el segundo piso de la cuarta transformación».
El título del movimiento gobernante, se considera la consumación de tres grandes transformaciones históricas del país norteamericano en 200 años, desde la Independencia, las reformas liberales del siglo XIX, y la revolución social de principios del siglo XX.
En la ceremonia con inciensos tradicionales participaron dirigentes indígenas con trajes tradicionales y ramas de flores de maíz. (Sputnik)