En medio del caos provocado por las intensas nevadas en la ciudad, el Cerro Chenque se erige majestuoso y sereno, cubierto por un manto blanco que transforma su paisaje en una imagen digna de postal.

Ubicado en el corazón de la región, el Cerro Chenque es testigo de innumerables fenómenos naturales a lo largo de los años, pero cada vez que la nieve lo cubre, logra cautivar a residentes y visitantes por igual. Esta vez no fue la excepción, ya que sus laderas y cumbres fueron teñidas por la pureza de la nieve, ofreciendo un contraste sublime con el bullicio y la agitación de la ciudad.
