«En lo personal, no lo he pasado bien como institución tampoco nosotros. Entendemos el malestar de la madre de la familia, pero la realidad es que después de haber transitado un tiempo prudencial tratando de acompañar la condición particular que tiene Nicolás, llegamos a la conclusión de que, a pesar de ser un club que tiene un sesgo importante en la inclusión, no estamos preparados para atender esta condición particular que tiene Nicolás en la institución», declaró Nieva.
El presidente del club explicó que la decisión de expulsar a Nicolás se basó en el grado de violencia que el niño ejercía hacia sus pares y, en algunos casos, hacia adultos mayores. Afirmó que, a pesar de los esfuerzos del club por apoyar a Nicolás, la situación se volvió insostenible.
Nieva destacó el compromiso del club en la búsqueda de soluciones: «Hemos trabajado con el equipo de trabajo, somos todos padres, nada más que unidos en este caso en particular. El proceso de Nicolás, aparte de sus entrenadores y coordinadores en la parte infantil, acompañaron madres y padres, también los directivos y la familia del club en general».
El presidente del club también compartió detalles de las reuniones y discusiones que tuvieron lugar entre los padres y el club: «Tuvimos reuniones en lo personal, varios padres pidieron reunirse conmigo para expresar su malestar. Hubo una reunión de padres general donde se habló del tema. Nos volvimos a reunir con la mamá de Nicolás, a quien le pedimos que por favor tratara de asistirnos con un acompañante terapéutico».
Tras algunos días y con el compromiso en un acta, la situación no cambió con el apoyo del acompañante.
En conclusión, Nieva aseguró que el club había hecho todo lo posible para apoyar a Nicolás, pero que, lamentablemente, la situación no mejoró. Señaló que en ningún momento se habló de expulsión, sino que se sugirió a la familia buscar un lugar donde pudieran atender mejor las necesidades de Nicolás.