La Escuela N° 23 de Próspero Palazzo se encuentra en medio de una crisis desatada por una invasión de hormigas que preocupa a padres, docentes y autoridades. La directora del establecimiento, Nora Mansilla, brindó detalles sobre la difícil situación que están atravesando.
«Las colonias de hormigas solo podrán ser erradicadas mediante trabajos estructurales en pisos, paredes y zócalos. Tenemos niños que son alérgicos y eso nos preocupa mucho», aseguró Mansilla durante una entrevista.
Desde el mes de abril, la escuela ha venido implementando distintos procesos de desinfección para intentar controlar la situación. Sin embargo, la antigüedad del edificio, con más de 61 años, presenta desafíos adicionales. «Se han realizado reparaciones en los últimos años, pero no son suficientes para evitar el deterioro», lamentó la directora.
La situación se agrava en una sección del edificio con más de 30 años de antigüedad, donde hay cuatro aulas con estructuras de madera y piso flotante, que son especialmente propensas a la invasión de hormigas. «Ayer se realizó la cuarta desinfección en estos espacios», señaló Mansilla.
La preocupación principal radica en la posibilidad de que alguno de los niños sufra una reacción alérgica a las picaduras de hormigas, lo que ha motivado la adopción de medidas preventivas urgentes. «Hace 15 días venimos trabajando con rotación de grados para que todos los chicos tengan continuidad y trabajo áulico», afirmó Mansilla, destacando los esfuerzos por mantener la normalidad en medio de esta situación.
En conclusión, la directora reiteró la necesidad de realizar trabajos estructurales para erradicar las colonias de hormigas y proteger la salud de los alumnos. «Tenemos niños que son alérgicos y eso nos preocupa mucho», advirtió.
foto: EC