Las recientes declaraciones del diputado oficialista Bertie Benegas Lynch, quien expresó su apoyo a la idea de que los padres puedan decidir no enviar a sus hijos a la escuela, generó un fuerte rechazo por parte del gobierno nacional. A pesar de que Benegas Lynch aclaró que hablaba a título personal, tanto la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, como el vocero presidencial, Manuel Adorni, se manifestaron en contra de sus palabras.
Pettovello, a cargo de la cartera de Educación, destacó la importancia de la educación obligatoria como un pilar fundamental para el desarrollo de los menores. En sus palabras, «hombres trabajando, niños estudiando», resaltó la necesidad de garantizar un futuro prometedor para la Argentina. Adorni, por su parte, enfatizó que las opiniones de Benegas Lynch no representan la postura oficial del gobierno y subrayó la importancia del conocimiento para el progreso del país.
Las críticas hacia Benegas Lynch no se limitaron al ámbito político, sino que también recibió reproches de figuras destacadas como Daniel Filmus, ex ministro de Educación y de Ciencia y Tecnología, quien recordó que fue el presidente Julio Argentino Roca quien promulgó la ley de educación primaria obligatoria. Otros legisladores, como Maxi Ferrario y Fabio Quetglas, cuestionaron la postura del diputado, destacando la importancia de la educación en el desarrollo de los niños y su acceso a la libertad.
En medio de este debate, el abogado constitucionalista Daniel Sabsay también se sumó a las críticas, señalando la importancia histórica de la obligatoriedad de la educación en Argentina, impulsada por figuras como Domingo Faustino Sarmiento. Las palabras de Benegas Lynch han generado un intenso debate sobre el rol de la educación en la sociedad y el respeto a los derechos de los niños.