El reciente escándalo que involucra a cinco policías detenidos por haber colocado tres pistolas en un joven, las cuales fueron utilizadas en varios tiroteos entre el 20 y el 23 de enero, ha generado conmoción en la opinión pública.
Este preocupante proceder policial fue descubierto gracias a una investigación dirigida por el fiscal Franco Carbone, en relación a los ataques que dejaron notas amenazantes a la Tropa de Operaciones Especiales.
El caso salió a la luz cuando Alexis Michel C. M. fue arrestado y acusado de ser cómplice en los tiroteos contra la TOE, una estación de servicio y un joven herido en Pedro Lino Funes y Cerrito. Durante la audiencia imputativa, la defensa del joven argumentó que fue víctima de un operativo ilegal por parte de la Policía, lo que llevó a un receso en la audiencia y posteriormente a la solicitud de libertad bajo ciertas condiciones.
El fiscal Carbone determinó que las pistolas incautadas por el Comando Radioeléctrico en la camioneta del joven fueron colocadas por los propios agentes, y que estas armas coincidían balísticamente con los delitos mencionados. Cuatro de los policías pertenecían al Tercio Bravo del Comando Radioeléctrico y fueron arrestados durante su servicio, mientras que el quinto fue detenido en Santa Rosa de Calamuchita.
Los policías serán imputados por Carbone en los próximos días, y se espera que se esclarezca cómo obtuvieron las armas utilizadas en crímenes graves, supuestamente vinculados a una banda narcotraficante. Este caso pone de manifiesto la importancia de la transparencia y la integridad en las fuerzas de seguridad, así como la necesidad de una investigación exhaustiva para garantizar la justicia y la seguridad de la sociedad.