Ezequiel Lo Cane, padre de la niña que inspiró la Ley Justina, se pronunció en contra de la venta de órganos.
Ezequiel Lo Cane, papá de Justina, la niña fallecida por la cual en 2018 se hizo una ley que dispone que cualquier ciudadano puede ser donante, aseguró que «la donación de órganos es una cuestión de amor», a partir de la polémica que se generó este miércoles por los dichos de la diputada nacional electa de La Libertad Avanza (LLA), Diana Mondino, quien afirmó que «el mercado de órganos es algo fantástico».
Lo Cane sostuvo que «la donación de órganos es una cuestión de amor» y que «el sistema de donación funciona mejor año tras año». En el mismo sentido se expresó Ignacio Maglio, asesor legal del Hospital Muñiz y coordinador del Área de Promoción de Derechos de Fundación Huésped, que aseveró que «plantear la venta y compra de órganos en la Argentina es un acto inmoral, antiético e ilícito».
Lo Cane sostuvo que «hay que explicar muy bien lo que es el trasplante cruzado» y que «la Ley Justina lo aprueba desde el 2018». Ante esta situación, el papá de Justina se pronunció en contra de la venta de órganos y afirmó que «es un acto inmoral, antiético e ilícito».
La ley Justina y las estadísticas
La ley 27.447, reconocida como «Ley Justina» en homenaje a Justina Lo Cane, la chica de 12 años que falleció el 22 de noviembre de 2017 a la espera de un corazón, dispone que «toda persona mayor de 18 años» es donante de órganos o tejidos salvo que haya dejado constancia expresa de lo contrario.
«La ley refuerza el derecho individual de decidir si querés ser donante o no, porque antes de la ley lo decidía la familia», indicó.
Según los últimos datos del Incucai publicados en su sitio web, hay 7146 personas necesitan un trasplante para salvar su vida en la actualidad, a la vez que 1528 es la cantidad de trasplantes realizados este año.