Montecarlo fue el escenario de lujo para la primera edición de los Premios de Alta Joyería, un evento que reunió a las marcas más exclusivas del mundo y a personalidades internacionales. Entre todas las celebridades, Kitty Spencer, sobrina de la difunta princesa Lady Di, acaparó todas las miradas con una aparición llena de elegancia.
La modelo británica lució un espectacular vestido de Dolce & Gabbana de alta costura, inspirado en el glamour de la Roma de los años 50. El diseño, con flores bordadas en dorado y falda de tul, combinaba perfectamente con su imagen clásica y sofisticada.

La joya que robó el espectáculo
El punto culminante de su atuendo fue un collar de diamantes con una aguamarina de 74.4 quilates, también de Dolce & Gabbana. Esta pieza única, imponente y refinada, fue sin duda el elemento más comentado de la noche.
Kitty Spencer no solo deslumbró en la alfombra roja, sino que también tuvo el honor de entregar el premio a la división de alta joyería de la marca italiana.
Los ganadores de la noche
El jurado internacional reconoció a las mejores casas de joyería en diversas categorías:
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Messika ganó el premio al Mejor Diseño.
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Dior Joaillerie fue distinguida por su Savoir-faire.
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Louis Vuitton presentó la Piedra más bella.
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Chanel obtuvo el premio al mejor diseño del año.
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Tiffany & Co. se llevó dos galardones: el Gran Premio del Jurado y el premio al Patrimonio.
Legado de estilo
Con su elección de vestuario, Kitty Spencer reaffirmó el exquisito gusto que heredó de su tía, la princesa Diana. Al igual que Lady Di en su época, la modelo elige siluetas románticas y piezas únicas que evocan una elegancia atemporal, consolidándose como una de las figuras más estilizadas de la realeza contemporánea.




