Científicos del CENPAT describieron una nueva variedad encontrada en Península Valdés, Puerto Madryn y 28 de Julio
Los ortópteros son insectos ampliamente estudiados en Argentina y el mundo, principalmente porque algunas especies de tucuras y langostas son perjudiciales para las actividades agrícola-ganaderas. Sin embargo, poco se conoce sobre el rol que cumplen los grillos en el ecosistema. Lucas Castelli es becario doctoral del Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales (IPEEC-CONICET), cuyo tema de estudio está centrado en la comunidad de ortópteros en el norte de la Patagonia árida y es en ese contexto en el que descubrió una nueva especie de grillo en la región al que denominó Miogryllus patagonicus.
“Es un grillo chiquito (1,5 cm), de color ocre con algunas manchas marrones. Su hábitat es bastante restringido. Dentro de nuestra región árida, prefiere sitios que acumulen humedad, por eso lo encontramos en partes bajas de cañadones. Pero nos resulta interesante que mayoritariamente lo encontramos en zonas poco degradadas, sin graves daños producto del sobrepastoreo, e incluso en lugares donde se habían implementado tratamientos de restauración ambiental que, justamente, intentaban que el suelo retenga más humedad y que menor cantidad de sedimentos lleguen al Río Chubut”, explica Castelli. Principalmente, esta nueva especie de grillo fue encontrada en Península Valdés, en los alrededores de Puerto Madryn y en la localidad de 28 de Julio.
Este trabajo representa un valioso aporte a la comprensión de la distribución de la familia Gryllidae en la Patagonia Argentina, de la cual se conoce muy poco. “Me interesa este grupo porque es mucho menos conocido que el grupo de los saltamontes, que es más estudiado porque hay especies que son plaga. Se conoce que los grillos son omnívoros y aprovechan material vegetal muerto, pero no mucho más, asique nuestra idea es profundizar en ese sentido y ver qué rol cumplen en la naturaleza. Además, como son muy sensibles a los cambios en el ambiente en el que viven, conociendo las preferencias de hábitat y haciendo un seguimiento sobre estos individuos, podríamos aportar información que ayude a mejorar las estrategias actuales de conservación de los ecosistemas patagónicos, ya que estos insectos podrían ser buenos indicadores de la calidad ambiental”, agrega el especialista del CENPAT, quien trabajó en el tema junto a Germán Cheli, investigador del IPEEC; Yanina Mariottini, del Instituto Multidisciplinario sobre Ecosistemas y Desarrollo Sustentable (UNICEN – CIC); y Oscar Cadena-Castañeda, de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (Colombia).
Nueva distribución
Otro descubrimiento de Castelli y el equipo tiene que ver con el registro del grillo común –Gryllus (Gryllus) argentinus– en la provincia de Chubut, extendiendo su distribución al menos 800 km hacia el sur, ya que el registro anterior más austral en Argentina era de la ciudad de Bahía Blanca. “El grillo común lo encontramos tanto en el campo como dentro de la ciudad. Tolera mucho más la urbanización. Es el más conocido de los grillos, pero no estaba bien documentado en la zona”, indica el científico del IPEEC, quien agregó al respecto: “Esta especie es nativa, pero tiene una distribución muy amplia. Se encuentra desde el sur de Brasil hasta acá. Nosotros estamos reportando su límite sur de distribución”.
Enlace al trabajo científico:
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0044523124001104