Mabel Careaga, hija de Esther Ballestrino que fue una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, señaló a ABC Radio por FM Records que “Desde la llegada de Milei al gobierno hay un ataque sistemático a todas las políticas de memoria, verdad y justicia; tanto a nivel institucional con el desarmado de organismos que tenían que ver con la investigación de las pruebas para los juicios, sino también con despidos de los sitios de memoria y abogados que llevaban adelante las querellas por delitos de lesa humanidad”
“Pero además hay un cambio en la interpretación de la historia que nos parece absolutamente peligroso, porque es volver a la teoría de los demonios queriendo equiparar los crímenes y delitos que se cometieron con el delito de lesa humanidad que se cometieron durante el terrorismo de acciones con otro tipo de acciones que nada tienen que ver”, remarcó.
Careaga sostuvo que “Estuve en la Comisión de Peticiones y planteaba que hace más de tres semanas que se produjo la reunión de los diputados de La Libertad Avanza con los genocidas y luego se conoció todo el entramado para que los genocidas se fueran a su casa; pero además la reivindicación por parte de Beltrán Benedit de los crímenes cometidos por la dictadura”.
En ese marco, indicó que “Yo les plantee que había dos hipótesis para que esto no se haya resuelto. Una es que no conocieran los instrumentos que tiene el Congreso para proteger a la democracia, aún de sus propios miembros. La otra es que estuvieran de acuerdo con lo que estaba pasando desde el bloque la LLA, el PRO, la UCR y los bloques de la oposición dialoguista que son los impiden que se avance en la comisión investigadora”.
Para Careaga, “Ella, (Victoria) Villarruel, pretende decir que la dictadura vino a poner paz a la Argentina y combatir a los grupos guerrilleros. Eso es una mentira, porque el 80% de los desaparecidos pertenecían a la clase trabajadora y estaban organizados en los sindicatos. Así pretende simplificar con la teoría de los dos demonios que el golpe de Estado fue para pacificar el país, terminar con las organizaciones guerrilleras y que se excedieron en esa represión; pero la realidad fue otra”.