Ana Mariela Ruiz, empleada municipal de Comodoro Rivadavia con más de 23 años de servicio y certificado de discapacidad, atraviesa una situación crítica de salud y económica. La mujer padece hemangiomas nasales que requieren una cirugía reconstructiva, además de haber sido diagnosticada con cáncer.

A raíz de los tratamientos recibidos, perdió el 87 % de la visión producto de la radioterapia y sufre episodios de neuropatía que le provocaron fracturas y desmayos.
Ruiz debía viajar a Buenos Aires este lunes para someterse a una intervención quirúrgica programada, pero su obra social, Seros, le suspendió la derivación médica y retuvo su sueldo, argumentando la falta de un parte médico, a pesar de la documentación presentada.
“No tengo cómo costear mi traslado ni mis medicamentos”
La trabajadora manifestó su desesperación ante la falta de respuestas institucionales. “No tengo cómo pagar el viaje, el alojamiento ni los medicamentos que necesito. Estoy sin ingresos y mi salud empeora cada día”, expresó Ruiz, quien requiere atención inmediata en un centro especializado de la Ciudad de Buenos Aires.
Ante esta situación, la vecina solicita intervención urgente de las autoridades municipales, para que se libere su salario y se garantice la continuidad de su tratamiento médico.
Desde su entorno remarcaron que cada día de demora pone en riesgo su vida, y que el acceso a la atención médica es un derecho esencial que debe ser garantizado, más aún tratándose de una trabajadora con discapacidad y trayectoria en la administración pública.





