La primera luna llena del año, visible durante tres días desde el 13 de enero, trae consigo un intenso movimiento emocional y energético. Según astrólogos de sitios especializados como Moon Omens, este fenómeno celestial marcará el cierre de viejas etapas y el fin de ciclos estancados, abriendo paso a una nueva fase.
Un aumento en las emociones
Durante esta luna llena, las emociones podrían intensificarse y alcanzar niveles mucho más elevados de lo habitual. “Todo será más intenso; las personas sentirán su sensibilidad a flor de piel”, aseguran los especialistas. Este fenómeno invita a explorar el interior y conectar profundamente con el inconsciente.
Conexión con el niño interior
Bajo la influencia de esta luna en Cáncer, el mensaje principal es claro: mirar hacia dentro y sanar viejas heridas. Esta fase astrológica nos impulsa a reflexionar sobre nuestras primeras experiencias, la infancia, y cómo estas moldean nuestra vida actual. “Es un momento para hablarle al niño interior y trabajar en sanar nuestro pasado y las heridas familiares que aún influyen en nuestra realidad presente”, señala el astrólogo Lou Calvetti, fundador de Le Bulletin des Étoiles.
El eje Cáncer-Capricornio, activado por esta luna, representa el equilibrio entre la responsabilidad adulta y la capacidad de fluir con espontaneidad, como lo hacen los niños. Este balance será clave durante estos días.
Liberación emocional y nuevos comienzos
La luna llena también simboliza un momento de liberación. Según Calvetti, puede ser necesario liberar emociones reprimidas como miedos, frustraciones o enojos. “La luna llena actúa como un catalizador, ayudándonos a usar estas emociones como combustible para avanzar en la vida”, explica.
Además, la conexión entre Urano, el planeta de la liberación, y la luna llena favorece la ruptura con situaciones estancadas. Es una invitación a abrirse, romper barreras emocionales y dejar que la vida fluya naturalmente.
El final de un ciclo y un año de transformación
Esta luna llena marca el cierre de un ciclo de seis meses y coincide con la mitad del periodo retrógrado de Marte, el planeta del deseo y la acción. Marte en conjunción con la luna llena impulsa a reflexionar sobre cómo vivimos nuestras emociones y cómo tomamos decisiones.
“La introspección profunda será clave para establecer bases sólidas hacia un 2025 que promete transformación y sanación”, asegura Calvetti.
Por último, quienes tengan planetas o ángulos en los últimos grados de los signos cardinales (Aries, Cáncer, Libra y Capricornio) sentirán con mayor intensidad los efectos de esta luna llena, convirtiéndose en protagonistas de un proceso de cambio y renovación emocional.
Un momento para sanar y avanzar
Esta luna llena del 13 de enero nos invita a mirar hacia adentro, soltar lo que ya no sirve y construir un futuro emocionalmente saludable. Aprovechá esta energía para liberar emociones, cerrar ciclos y abrirte a nuevas posibilidades.