«La fiscalía pidió la indagatoria del expresidente Alberto Fernández por violencia de género contra Fabiola Yáñez», informó este lunes el Ministerio Público Fiscal en su página web.
El exmandatario, que está acusado de los delitos de lesiones leves y graves agravadas por violencia de género y amenazas coactivas, enfrenta una pena de hasta 18 años de cárcel.
Para el fiscal, Fernández ejerció desde el inicio de la relación, en 2016, y durante ocho años, «violencia psicológica, física y económica» contra la exprimera dama.
Las pruebas reunidas en el expediente permiten al titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°7 asegurar que la violencia psicólogica contra Yáñez se realizó «de un modo sistemático (…) bajo las formas de acosos, hostigamientos, controles, indiferencia, insultos, culpabilización, destrato, retiro de la palabra, ninguneos y hostilidad».
La violencia física, que tuvo ciertos antecedentes dados a conocer por la víctima, llegó a tener episodios agudos hasta que se volvió habitual cuando ya Fernández había asumido como presidente argentino.
Durante la convivencia de la expareja en la quinta presidencial de Olivos, en la provincia de Buenos Aires (este), se relataron «agarrones del cuello, zamarreos, cachetazos y distintos golpes que provocaron lesiones en el cuerpo de Fabiola Yáñez».
Una de las lesiones acreditadas fue un moretón en el brazo de la exprimera dama en agosto de 2021 que ella misma fotografió y envió a la entonces secretaria del mandatario, María Cantero.
Entre el 21 y el 22 de junio de 2021, Fernández también golpeó a su pareja en el rostro, lo que le provocó una lesión en el ojo derecho que primero se enrojeció y luego cambió de tonalidad a negro.
Los golpes a mano abierta se hicieron recurrentes hasta el final de su mandato, incluso después de que Yáñez se trasladara del chalet principal a la casa de huéspedes durante 2023 hasta que partió a Madrid.
El fiscal González observa que tras su traslado a España, la denunciante fue coaccionada por su agresor, con anuncios de suicidio, pedidos de ocultar las agresiones físicas y advertencias de que no hablara posible bajo la promesa de que nada iba a faltarle a la familia.
La médica psiquiatra aportada por la querella consideró que la víctima presentaba múltiples secuelas de daño psíquico propias de la violencia sistemática y crónica que sufrió durante ocho años en el marco de su relación de pareja.
González solicitó así al juez federal que tramita la causa, Julián Ercolini, que Fernández sea imputado ante «el debilitamiento permanente de la salud de su expareja a título de lesiones graves, también doblemente agravadas».
El expresidente fue llamado el viernes a prestar declaración indagatoria el 20 de noviembre en otra causa que investiga las intermediaciones que hubo con la contratación de seguros por parte de organismos públicos durante su gestión. (Sputnik)