El decreto establece una quita gradual de subsidios en luz y gas para los segmentos de ingresos bajos y medios, afectando a 7 de cada 10 usuarios residenciales en Argentina. Esta medida, que comenzará a aplicarse desde junio hasta noviembre, ha generado inquietud en las provincias patagónicas, donde el clima frío hace que la calefacción sea una necesidad básica.
Bard destacó que la eliminación de estos subsidios, combinada con los aumentos en el gas, creará un panorama complejo para los residentes en la región. Enfatizó que muchos patagónicos dependen de la energía eléctrica para calefaccionarse, lo que resultará en facturas más costosas. «Es la gente con menos poder adquisitivo la que se calefacciona de esta forma, dejándolos casi sin la posibilidad de calefaccionarse», agregó.
Ante esta situación, desde la Defensoría del Pueblo se están recopilando reclamos de los vecinos para presentar una medida cautelar en el Juzgado Federal, en colaboración con las provincias de Río Negro y Neuquén. También se están gestionando reuniones para buscar alternativas y llevar la voz de los ciudadanos al Congreso Nacional, con el objetivo de buscar soluciones a esta problemática que afecta a miles de familias en la región, con información de DC.