El Festival de Diseño se consolidó una vez más como una de las principales vitrinas de la producción creativa regional, al reunir durante el fin de semana a una amplia variedad de emprendimientos locales dedicados a la indumentaria, marroquinería, tejidos, deco hogar, cosmética de autor, bijouterie, moda infantil y accesorios.
Entre los participantes se destacaron marcas como Julia Pottery, Aramis, H.A Papeles Artesanales, Arrebol de los Geranios, Diamantino, Ülwi, Toiaup, Acqua Orgánica, Desde el Alma, By Pau, Anahidin, Sunna Lingerie, Barranca Blanca Terrazzo, Pekoza Glam, Esqueje, Aromamora, Alma Mía, Dolce Amore, Tejiendo Sueños, Cortando Papelitos, Almacén de Porcelana y Kiut Cat.
También formaron parte Züatus, Tiendita Crecer, Costamar Patagonia, Finito Infinito, Fuck Off, Kamala, 1000 Grullas, Chenque Model, Diseños Olguita, Idelina, Mayi Solís, Casadorada, Egle, Zoriona, Ludogonia, Sueños que Atrapan, PonetelPoncho, Curiosity Shop, China Town, Tutelu, Nachas, Paula Mistreta, Graciela, Piuke, Sunflower, Tierra Patria, Toco Madera, Verde Recicla y Fiore Bags, junto a invitados especiales como Matuasto, Chocolates del Mar y Cerro y Mar.
El encuentro contó con workshops, asesorías en imagen y colorimetría, degustaciones, música en vivo y un desfile de diseñadores, con la colaboración de Selina Vlk, de Mujer Austral, que aportó estilo y profesionalismo al cierre del evento.
La secretaria de Cultura, Liliana Peralta, destacó la importancia del festival:
“El Festival de Diseño no solo representa una vidriera para el talento local, sino también un espacio de crecimiento colectivo. Cada diseñador aporta creatividad, innovación y una mirada auténtica sobre nuestra identidad cultural”, expresó.
Además, se realizó la fiscalización de diseño, artesanías, bricolage y arte manual, con 43 propuestas evaluadas. Se analizó la incorporación de nuevas categorías vinculadas a tecnologías emergentes, como impresión 3D, grabado y routers, para futuras instancias.
Peralta subrayó que este proceso permite sumar nuevos hacedores culturales al Registro de Cultura, fortaleciendo la identidad regional y promoviendo el uso de proveedores locales y producción con valor agregado.
“Ver cómo los emprendedores evolucionan, innovan y consolidan sus marcas es una señal de que vamos en el camino correcto: una cultura creativa, sostenible y con raíces en nuestro territorio”, concluyó.




