María Josefa Bonazza murió a los 79 años en el hospital municipal de la localidad bonaerense de Balcarce, donde permanecía internada, informaron medios locales.
La mujer, que permaneció durante ocho horas atrapada entre los escombros del hotel antes de ser rescatada el 29 de octubre, fue dada de alta a los pocos días pero el 13 de noviembre fue ingresada de nuevo, debido a una descompensación.
Tras una semana en terapia intensiva, Bonazza fue dada de alta pero volvió a recaer y fue internada de nuevo.
«Trataba de tranquilizarme, al tiempo que notaba que mi marido no me respondía. En los primeros minutos, le pedí que no se moviera, que ya nos iban a rescatar», llegó a contar a un medio local, Radio 100.9, hace unas semanas.
Con ella, son ocho las víctimas fatales que causó el colapso del hotel, entre ellas su marido, Federico Ciocchini.
Por el derrumbe del hotel, la justicia imputó a seis personas por el delito de estrago doloso agravado.
El viernes fue detenido un contratista de 30 años, mientras la policía continúa la búsqueda de un arquitecto que pudo haber tenido responsabilidades en el colapso del edificio.
El Apart Hotel Dubrovnik, que tenía forma de barco, contaba con los planos aprobados y el permiso de obra para hacer una remodelación en la parte delantera, pero lo que se derrumbó fue el fondo del edificio, de diez pisos.
La alcaldía de Villa Gesell sostuvo por entonces en un comunicado que «en la parte colapsada (la parte trasera) se habría estado modificando la estructura de forma ilegal e irregular».
La municipalidad añadió que el 20 de agosto detectó y paralizó trabajos que se estaban realizando en el interior de la propiedad que no contaban con su autorización.
En total se desmoronó el 80 por ciento del edificio, que tenía 43 habitaciones y comenzó a construirse en 1986 por iniciativa de una pareja croata que migró a Argentina tras casarse.
El nombre de Dubrovnik fue elegido en honor a la ciudad natal de la esposa del fundador, una localidad al sur de Croacia. (Sputnik)