Repentinamente, sin mediar aviso previo, el Gobierno retomó con fuerza el proyecto para reprivatizar Aerolíneas Argentinas, luego de que fracasara meses atrás el intento de incluirlo dentro de la Ley Bases.
En plena escalada del conflicto con los gremios de la aeronáutica comercial, el Poder Ejecutivo activó el botón privatizador y en principio contaría con los votos para la media sanción en la Cámara de Diputados.
La intención del Gobierno es terminar con la metodología de los “paros salvajes” que dejan a miles de pasajeros varados, con todos los problemas derivados de la reprogramación de los vuelos.
Con la amenaza de privatización, se busca disciplinar a los sindicatos para que moderen sus formas de protesta y también poner coto a sus pretensiones de mejora salarial.
Más allá de si logran ese primer objetivo en lo inmediato, la apuesta de fondo es vender los activos de la empresa a operadores privados, en un proceso de adecuación administrativa que demandará al menos varios meses.
El primer paso será este miércoles en la Cámara de Diputados, a través de un plenario de las comisiones de Transporte y Presupuesto, con la presentación de altos funcionarios del Poder Ejecutivo.
Si se firman los dictámenes, la idea es llevar la votación al recinto el próximo miércoles 2 de octubre, junto al tratamiento de los proyectos de Ficha Limpia y Boleta Única de Papel.
La decisión de apurar este plenario se tomó anoche en una reunión que mantuvo el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, con diputados de la La Libertad Avanza y sus socios del PRO y el MID de Oscar Zago.
Lo ideal para el Gobierno sería avanzar con el proyecto del macrista Hernán Lombardi, que no establece demasiadas exigencias de control en el proceso de privatización.
El plan B es el proyecto de Juan Manuel López (Coalición Cívica), que apoya buena parte del radicalismo y Encuentro Federal.
Esta iniciativa exige que se respeten las disposiciones incluidas en la ley de Bases para proceder a la privatización, que contempla la participación de la
Comisión Bicameral de Privatizaciones del Congreso, de la Sindicatura General de la Nación y la Auditoria General de la Nación (AGN).
En La Libertad Avanza son 39 integrantes y 38 votos dado que el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, no vota salvo desempate.
Después se suman otros 38 del PRO y tres del MID. A esta aritmética hay que incorporar al bloque Independencia de Tucumán, de tres miembros, Paula Omodeo de Creo y Lourdes Arrieta de FE.
De la oposición dialoguista habría que sumar a 12 o 13 de los 16 de Encuentro Federal (en duda está Margarita Stolbizer), y cerca de 25 radicales.
«Hay dudas, sobre todo por el tema de garantizar los vuelos al interior. El chaqueño Gerardo Cipolini, por ejemplo, que es de Sáenz Peña, planteó la preocupación. Los que son de lugares menos rentables son los que más van a estar atentos», admitieron fuentes del radicalismo, que de todas maneras garantizaron que la mayor parte del bloque acompañará la privatización de Aerolíneas Argentinas.
En Innovación Federal, que son ocho miembros, están mayormente en contra de la iniciativa, pero al menos los cuatro misioneros se abstendrán, supo Noticias Argentinas, para no abrir una fuente de tensión con el Gobierno en medio de la negociación del Presupuesto.
Los votos en contra del proyecto vendrán mayoritariamente de Unión por la Patria, que tiene 99 representantes. Tampoco el Frente de Izquierda, de cinco integrantes, avala la venta o cesión de la aerolínea de bandera a manos privadas.
En Encuentro Federal los dos socialistas Esteban Paulón y Mónica Fein no van a acompañar la privatización. «El debate no pasa por si queremos una Aerolínea privada o estatal. Sino por la eficiencia, que hoy garantiza conectividad. Aerolíneas Argentinas es la única que llega a 21 destinos del país, donde no llega otra compañía», argumentaron los dos santafesinos en una declaración de prensa conjunta.
Natalia de la Sota también está por el rechazo. “Ella está en contra de la privatización y a favor de la aerolínea de bandera que cubra las rutas con un carácter federal que ningún privado va a tomar por falta de rentabilidad”, señalaron a Noticias Argentinas desde el entorno de la cordobesa.