De acuerdo a lo informado por la policía, uno de los delincuentes se encontraba en el interior del garaje de la vivienda ubicada sobre la calle Álvaro Barro, mientras que el otro actuaba como «campana» en la vía pública. Al ser descubierto, el ladrón forcejeó con la dueña de casa en un intento de robarle su mochila. La situación se complicó cuando un testigo intervino, obligando al sospechoso a huir a pie.
El testigo siguió al delincuente en su vehículo, logrando alcanzar a una patrulla policial que realizaba una recorrida a pie por la zona. Los agentes iniciaron una persecución que culminó con la aprehensión del sospechoso detrás de la escuela Hipólito Irigoyen.
Sin embargo, antes de ser trasladado a la comisaría de Mosconi, vecinos del lugar agredieron físicamente al detenido, provocándole lesiones en el rostro.