El 29 de marzo de 2017 marcó un antes y un después en la historia de Comodoro Rivadavia. Ese día, la ciudad comenzó a vivir lo que luego se catalogaría como la peor catástrofe socio-climática en su historia.
Las lluvias torrenciales que azotaron la ciudad durante días causaron un colapso sin precedentes en los servicios públicos. Vehículos y caminos quedaron destrozados, y se perdieron unas 3 mil viviendas. La ciudad, se encontró en medio de una crisis sin igual.
La magnitud del desastre fue tal que se contabilizó una víctima fatal y se estima que unas 8.000 personas tuvieron que ser evacuadas. La ciudad, que siempre se había enorgullecido de su capacidad para superar adversidades, se encontró cara a cara con una tragedia de proporciones inimaginables.
Hoy, 7 años después de la catástrofe, Comodoro Rivadavia sigue en pie, pero las cicatrices del desastre aún son visibles. La ciudad ha aprendido de esta experiencia y trabaja incansablemente para garantizar que esté mejor preparada para enfrentar eventos climáticos extremos en el futuro.