El vocero Manuel Adorni, que ya tiene rango de ministro, intento en vano asegurar que el asado de ayer, entre Javier Milei y los diputados que sostuvieron el veto a la movilidad jubilatoria, no fue una celebración.
De todos modos no pudo justificar la reunión y quedó claro que, como los psicópotas, el y este gobierno no saben lo que es empatía.
Los detalles del asado. Las ausencias, la mesa chica y más en el informe diario del periodista Saúl Gherscovici: