El plenario comenzó con un acuerdo preliminar entre el oficialismo y ciertos bloques opositores, con el fin de obtener dictamen sobre la Ley Bases y la reforma fiscal para impulsar su tratamiento en el recinto de Diputados el próximo lunes, buscando la media sanción.
Aunque persisten discrepancias en puntos clave de la discusión, se logró avanzar significativamente. El oficialismo optó por incluir la reforma laboral en la ley ómnibus propuesta por el radicalismo, aunque esta medida no cuenta con el consenso de todas las facciones de la coalición gobernante.
La jornada estuvo marcada por tensiones y amenazas de diversos sectores. Miguel Ángel Pichetto, líder de Hacemos Coalición Federal, amenazó con no votar ninguna parte del paquete, principalmente debido a desacuerdos con ciertos puntos que afectarían las relaciones con el sindicalismo.
En medio de estas disputas, el radicalismo también ejerció presión y advirtió que se opondría a la Ley Bases si no se avanzaba con su proyecto de reforma laboral. Este escenario refleja las tensiones internas dentro del radicalismo, con diferentes posturas respecto a la legislación propuesta.
Finalmente, en un intento por asegurar los votos de Innovación Federal, se acordó reincorporar los impuestos al tabaco en el dictamen, en línea con la Ley de Bases original.