Se detuvo a un individuo acusado de mantener en condiciones de servidumbre a su pareja durante un prolongado período en Puerto Madryn. El hombre, cuya identidad no ha sido revelada, mantuvo a su pareja enclaustrada en su hogar, impidiéndole tener contacto con el mundo exterior durante casi un año. Además de negarle la libertad, le confiscó su documento de identidad y su teléfono celular, y la forzó a abandonar su trabajo.
El caso ha sido catalogado como «reducción a la servidumbre de su pareja» y ha sido investigado de oficio en el marco de una denuncia por violencia de género. Según relatos de la fiscal Ivana Berazategui, la víctima fue sometida gradualmente hasta perder su autonomía. La mujer, conviviendo con el ahora detenido desde mediados del año pasado, fue gradualmente privada de su capacidad para realizar actividades libremente.
La investigación se inició después de que la mujer fuera citada como testigo en otra causa y lograra revelar los detalles de su situación. Durante su testimonio, la víctima informó que no podía salir de su domicilio sin la compañía del imputado, había perdido contacto con su familia y amigos, y se le había confiscado su documentación y su dispositivo móvil.
El arresto del hombre tuvo lugar en la sede de la Fiscalía, donde acompañaba a su pareja. En la audiencia de apertura de investigación y control de detención, se determinó la apertura del proceso penal por el delito de «reducción a la servidumbre».
El delito de reducción a la servidumbre, contemplado en el artículo 140 del Código Penal, se asimila a la esclavitud y conlleva una pena de 4 a 15 años de prisión. Las autoridades subrayaron que este tipo de violencia implica la pérdida gradual del libre albedrío y coloca a la persona bajo el dominio de otra, siendo en este caso una manifestación de violencia de género.