El pasado martes 2 de abril marcó un hito en la investigación marina, cuando los científicos colocaron el primer rastreador satelital en una ballena sei del Golfo San Jorge. Bautizada como Malvina, esta ballena se convirtió en pionera en llevar un dispositivo que permitirá rastrear sus movimientos y profundidades.
La operación, que contó con la participación del equipo de filmación de National Geographic, se llevó a cabo desde las costas de Rada Tilly. Dos embarcaciones se adentraron en el mar temprano por la mañana, siguiendo las señales de respiración de las ballenas. Cerca de la playa Bonita, a 4 km mar adentro, lograron con éxito la delicada tarea de colocar el transmisor en Malvina. Los investigadores, inicialmente nerviosos, celebraron con alegría el inicio de esta investigación pionera.
La expedición, liderada por Jumara Films y con Rada Tilly como centro de operaciones hasta el 20 de abril, tiene como objetivo colocar transmisores en seis ballenas adicionales. Estas operaciones serán documentadas desde el aire, tierra y bajo el agua, con el fin de recabar información vital sobre esta especie en peligro de extinción.
La población de ballenas sei del Golfo San Jorge ha despertado un interés particular debido a su cercanía a la costa, algo inusual para esta especie considerada oceánica. Según Marina Riera, investigadora que estudia esta especie, las ballenas sei fueron casi exterminadas durante las cacerías, pero ahora su población muestra signos de recuperación gracias a las medidas de protección.
Las ballenas sei son el tercer rorcual más grande del mundo, después de las ballenas azul y fin. Estos majestuosos animales, de hasta 18 metros de largo y más de 20 toneladas de peso, son veloces y se alimentan de pequeños crustáceos y peces. La información que brinden los transmisores ayudará a comprender mejor sus hábitos de movimiento y alimentación, proporcionando valiosos datos para su conservación.
Este emocionante proyecto de investigación, que comenzó en 2019, ha sido posible gracias al apoyo de diversas entidades y municipios locales. Ahora, con la tecnología satelital, se abre una nueva ventana de conocimiento sobre estas magníficas criaturas que habitan las aguas del Golfo San Jorge.