Los combustibles aumentarán hasta 4% a partir del próximo viernes primero de noviembre tras la decisión de YPF para compensar la devaluación, la suba de impuestos, los biocombustibles y los precios internacionales, lo que seguramente impulsará a sus competidoras a seguir el mismo camino luego de que en octubre se definiera una baja en los precios de la nafta y el gasoil por la dinámica de los valores internacionales del petróleo crudo.
La decisión está vinculada a la devaluación del tipo de cambio oficial, un nuevo diferimiento en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y el alza de los biocombustibles que informó el Gobierno.
Luego de la leve baja que se dio en octubre, luego de la caída del precio internacional del crudo, se esperaba que en noviembre regresarían los incrementos por la evolución del barril de crudo Brent, que comenzó el mes en USD 71 y por estos días se encuentra en el rango de los USD 76 (7% de suba).
El aumento se decide pese a que, de acuerdo a informes conocidos durante la semana pasada, las ventas de combustibles al público cayeron por octavo mes consecutivo en septiembre y acumularon una baja del 6% en lo que va del año.
En el noveno mes del 2024 los estacioneros vendieron 1.313.875 m3 de nafta y gasoil en todo el territorio nacional -aún no hay datos disponibles de octubre-, lo que representó una baja del 11,7% en relación a septiembre de 2023, cuando se vendieron 1.489.197 m3, según datos publicados por la Secretaría de Energía de la Nación.
La caída fue la segunda más importante de los últimos tres años. Sólo en junio de este mismo año se había dado una retracción más profunda que llegó al 12,05% de baja.