El expresidente argentino, Alberto Fernández (2019-2023), negó ser autor de los hechos de violencia de género que le imputa su expareja, Fabiola Yáñez, en una entrevista exclusiva concedida el pasado viernes al periódico El País de España y publicada en la noche del lunes.
«Yo sigo diciendo lo mismo. Estoy siendo acusado de algo que no he hecho. No he golpeado a Fabiola. Nunca he golpeado a una mujer. Estuve 18 años con la madre de mi hijo mayor y 11 años con Vilma Ibarra y nunca he tenido un episodio de esa naturaleza. He visto las fotografías por los medios, pero no he tenido acceso a la causa aún. Nunca llegaron a mi conocimiento por ningún medio. Lo que voy a hacer es esperar, ir a la justicia y que la justicia resuelva», afirmó el exmandatario al medio español.
«Durante cuatro años fui presidente de este país y promoví las políticas de género y sé que en casos como este la carga de la prueba se invierte y el hombre es presumido culpable y tiene que probar su inocencia. Yo la voy a probar», aseguró Fernández.
Asimismo, negó haber golpeado a Yáñez durante tres días, tal como se detalla en la denuncia hecha por la mujer al Tribunal que dirige el juez Ariel Ercolini.
«Yo no la golpeé. También sé en qué contexto lo dijo Fabiola. Y por eso mi respuesta: no le digo ‘perdón porque te golpeé tres días’. Le digo «me siento mal, pará», justificó.
El expresidente también afirmó que de su teléfono celular «desaparecieron todos los chats del 2022 y del 2023 con Fabiola», por lo que no tiene manera de corroborar las conversaciones con ella, aunque Los chats con Fabiola desaparecieron. No tengo manera de corroborar cómo es toda esa conversación. Es muy posible que me haya sentido así en ciertas circunstancias porque me sentía sofocado y agobiado», explicó.
«El hecho es muy trascendente y no quiero eludirlo. Pero esto apareció en un chat de mi secretaria con un mensaje de Fabiola a ella y no entiendo por qué no apareció antes. Si no se hubiese secuestrado ese teléfono, no estaríamos hablando de estas cosas», añadió.
El pasado martes, la expareja del mandatario realizó una denuncia ante el juzgado Criminal y Correccional 11 a cargo de Ariel Ercolini mediante una videollamada desde España, donde vive junto al hijo que tuvo con Fernández, mientras éste ocupaba la Casa Rosada.
Yáñez acusa a Fernández por violencia de género, acoso y «terrorismo psicológico», este último, ejercido en los últimos meses, cuando la pareja en teoría ya estaba disuelta.
Los hechos habrían tenido lugar durante la presidencia de quien también fuera jefe de Gabinete en el Gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007), incluso, dentro de la quinta presidencial ubicada en el barrio de Olivos, en la zona norte de la Provincia de Buenos Aires (este).
«Quiero expresar que la verdad de los hechos es otra. Solo voy a decir que es falso y que jamás ocurrió lo que ahora se me imputa», manifestó el propio Fernández en un mensaje emitido en su cuenta de X horas después de que la denuncia cobrara estado público.
Asimismo, adelantó que aportará a la justicia pruebas y testimonios que justifican su versión.
Ercolini, en tanto, ordenó la prohibición para salir del país a Fernández y «todo tipo de contacto físico, telefónico -por linea fija y/o celular-, por correo electrónico, sistema de mensajería de texto y/o voz a través de cualquier plataforma, por vía de terceras personas y/o por cualquier otro medio que signifique intromisión injustificada con relación a la persona nombrada».
El contacto para las cuestiones relacionadas al hijo de ambos deberá ser a través de la madre de Yáñez. (Sputnik)