Los bonos y acciones argentinas en el mercado local retrocedieron 1,7 por ciento, con una caída de los títulos en dólares del 4,5 por ciento, mientras el riesgo país superó los 1.500 puntos básicos y la brecha cambiaria que existe entre la cotización del dólar en el mercado oficial y la de los mercados informales superó el 50 por ciento.
El Mercado de Valores de Buenos Aires (Merval) registra una contracción del 1,4 por ciento, con los bonos en dólares que bajan 4,5 por ciento, según muestra este lunes la página bursátil Rava.
Los mercados financieros reaccionaron de manera negativa a la «segunda etapa de estabilización» anunciada el viernes por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central (BCRA), Santiago Bausili, que se caracteriza por un traspaso de la deuda de esta última entidad al Tesoro, bajo la órbita del Palacio de Hacienda.
Pese a que Caputo atribuyó esta medida a un intento de «bajar la ansiedad por la salida del cepo cambiario», en alusión a las restricciones cambiarias que impiden la libre entrada o egreso de dólares del país, la cotización de la divisa extranjera en el mercado oficial y el informal aumentó hasta superar los 1.400 pesos.
Este valor supone un alza en lo que va de la jornada de 2,93 por ciento, y lleva a que la brecha cambiaria con el dólar que se cotiza en el mercado formal supere el 53 por ciento.
En simultáneo, el riesgo país aumentó a lo largo de este martes 3,43 por ciento, hasta alcanzar los 1.506 puntos básicos.
Durante su intervención el viernes, el ministro de Economía confirmó que la depreciación del peso argentino en el mercado oficial continuará siendo del dos por ciento mensual, mientras mantiene el objetivo de eliminar la emisión monetaria.
El Banco Central se ha visto en dificultades para comprar dólares en la últimas semanas, lo que llevó a que cerrara junio por primera vez con un saldo negativo en la acumulación de reservas de 84 millones de dólares.
Entre tanto, el Ejecutivo del presidente Javier Milei impulsa un inédito plan de ajuste para lograr superávit fiscal y reducir la inflación, lo que ha llevado a una abrupta reducción del gasto público y a una licuación de los ingresos que ha provocado que la economía entre en recesión. (Sputnik)
