Los conductores se preparan para otro golpe en sus bolsillos mientras el gobierno decide implementar un incremento significativo en los impuestos sobre los combustibles líquidos a partir del próximo mes.
Los precios de la nafta y el gasoil están programados para elevarse entre un 3% y un 4,5%, sumando el impacto de los nuevos impuestos y otros factores como la devaluación del dólar y los cambios en los precios internacionales del petróleo.