El gobierno nacional ha eliminado los cargos de director en 49 emisoras provinciales de Radio Nacional, dejando a estas regiones sin representación directiva y centralizando las decisiones en Buenos Aires.
Esta política, sumada a la falta de reemplazantes desde diciembre y la suspensión del pago de horas extras y feriados al personal, afecta la programación local y socava la identidad y función social de las radios provinciales.
Además, se teme que esta medida sea el primer paso hacia el cierre o privatización de estas emisoras, lo que dejaría a cientos de miles de ciudadanos sin acceso a información vital en zonas donde los medios públicos son la única fuente de comunicación.