Las encuestas, herramientas equívocas al momento de ofrecer certezas, según evidenciaron en las elecciones primarias del 13 de agosto y en la primera vuelta del 22 de octubre, otorgan una paridad técnica a los dos postulantes a la Casa Rosada.
La diferencia de 6,7 puntos porcentuales a su favor que logró en la primera instancia electoral el candidato de la coalición gobernante peronista Unión por la Patria no sería tan determinante para garantizar su victoria, según los sondeos publicados en las últimas horas.
Siete consultoras conceden la victoria al líder de La Libertad Avanza, y otras cuatro pronostican el triunfo del ministro de Economía. En buena parte de los relevamientos, la diferencia porcentual entre los candidatos es tan estrecha que queda anulada por el margen de error.
MASSA
Después de que su fuerza quedase relegada al tercer puesto en las elecciones primarias de hace tres meses en cantidad de votos, pocos auguraban la remontada del candidato oficialista en la primera vuelta, cuyo espacio logró sumar 3,1 millones de votos nuevos.
La elevada inflación, que durante su gestión como ministro pasó del siete por ciento mensual al 12,7 por ciento en septiembre, agudiza una crisis tensionada por la brecha cambiaria existente entre el dólar oficial y el que se obtiene de manera informal, que ya alcanza el 172 por ciento.
Las condiciones que fija un programa en curso con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar una deuda de 44.000 millones de dólares asumida por la gestión precedente del expresidente Mauricio Macri (2015-2019) también ha dejado poco margen de maniobra al ministro y candidato, que un día después de las elecciones primarias forzó una devaluación de 22 por ciento de la moneda oficial.
Nadie más pone el cuerpo. El bajo perfil que mantienen los dos máximos dignatarios del actual Ejecutivo desde que comenzó la campaña electoral vuelve todos las miradas sobre Massa, quien sin ceder protagonismo, ha conseguido que todos los obstáculos, insalvables para cualquier otro candidato, no esmerilen sus aspiraciones presidenciales.
Su pasado kirchnerista o su pertenencia al peronismo, gestión mediante, son dos costados sobre los que Milei tratará de sacar tajada durante el debate presidencial.
MILEI
En el año en que Argentina cumple 40 años de democracia ininterrumpida, el candidato de La Libertad Avanza, que sumó 700.000 votos entre las elecciones primarias y la primera vuelta de las generales sin que el porcentaje de adhesiones se moviera (29,9 por ciento), ha incursionado en un peligroso terreno que ya exploraron con anterioridad sus admirados Donald Trump (2017-2021) o Jair Bolsonaro (2019-2023): la agitación de un presunto fraude.
Mientras más de un centenar de economistas de todo el mundo alertaron sobre la «devastación en el corto plazo» y el «caos social» que podría ocasionar Milei de llegar a ser presidente, el minarquista no rehuye de la controversia, sea para negar el terrorismo de Estado de la última dictadura cívico militar (1976-1983) o para afirmar que cortaría lazos con los principales socios del país, Brasil y China, por considerarlos comunistas.
Quien incursionó en política hace apenas dos años para barrer a la «casta» sí atisba el daño que puede generarle el sostén entusiasmado a su candidatura que ha exhibido Mauricio Macri, con quien hoy coincide «en un 90 por ciento» pese a que en el pasado lo consideró un «fascista», «repugnante», «socialdemócrata», «mentiroso» y «ladrón».
El líder de La Libertad Avanza, que se representa a sí mismo como un león, tiene ahora la expectativa de fiscalizar la segunda vuelta con el respaldo del expresidente conservador, con quien asegura no tiene un pacto de Gobierno.
Para no espantar a los votantes más moderados, Milei ha matizado en los últimos días algunas de sus más extravagantes propuestas, mientras Massa mantiene en la penumbra la concreción de su programa de Gobierno. El debate electoral y la contienda discursiva que se establezca entre ambos contrincantes llevará a los votantes indecisos a decantarse por uno u otro.
La segunda vuelta de las elecciones generales tendrá lugar el domingo 19 de noviembre, y la nueva gestión asumirá el 10 de diciembre por los próximos cuatro años. (Sputnik)