ImpuestoiImpuesto El mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias en Argentina experimentará un significativo aumento a partir de septiembre de 2024, alcanzando aproximadamente los $2 millones para un empleado soltero sin hijos, según estimaciones de la consultora Focus Market. Este ajuste se debe a la actualización de las escalas salariales en función de la inflación acumulada entre junio y agosto.
Para los trabajadores casados con dos hijos, el mínimo no imponible se elevará a cerca de $2.647.000, según los mismos cálculos. Esta medida se enmarca en una actualización extraordinaria de las escalas salariales establecida por ley, que tomará como referencia la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en el período mencionado. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reportó que en junio los precios subieron un 4,6%, en julio un 4%, y se estima que en agosto la inflación rondará el 4% más.
La restitución del Impuesto a las Ganancias a la cuarta categoría, incluida en el Paquete Fiscal, implicó que unos 800.000 trabajadores volvieran a tributar este gravamen. Con la introducción de estas actualizaciones, se pretende corregir una de las principales críticas del régimen anterior, donde la falta de ajuste en las escalas llevaba a que los sueldos alcanzaran rápidamente el mínimo no imponible, provocando que muchos trabajadores quedaran alcanzados por una alícuota del 27% sin que sus ingresos reales se incrementaran significativamente.
Según Damián Di Pace, titular de la consultora Focus Market, «ahora este impuesto recae sobre haberes de manera progresiva, con alícuotas que van del 5% al 35%, más ganas, más aportas». Esto significa que la tributación se ajusta de manera más justa a la capacidad contributiva de cada trabajador.
No obstante, a pesar de este ajuste, la mejora en los salarios que puedan obtener los empleados a través de acuerdos paritarios podría no traducirse en una mejora proporcional del consumo. La razón principal es que la variación de precios de los servicios públicos y privados sigue erosionando el poder adquisitivo, limitando el margen de maniobra de los hogares para adquirir bienes.
Este incremento en el mínimo no imponible refleja un esfuerzo por equilibrar las cargas tributarias en un contexto de alta inflación, aunque la efectividad de estas medidas dependerá en gran medida de la evolución de la economía y del control de la inflación en los próximos meses.