La disputa gira en torno a la resistencia de la AFA para modificar sus estatutos y permitir la incursión de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en los clubes de fútbol, una iniciativa que ha generado controversia desde su propuesta.
La reciente intervención del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quien insinuó que el Poder Ejecutivo podría intervenir la AFA si no se adecúan los estatutos, ha generado una respuesta contundente por parte de la entidad futbolística. Pablo Toviggino, uno de los hombres más cercanos al presidente de la AFA, Claudio «Chiqui» Tapia, salió al cruce de las declaraciones oficiales, reafirmando la postura de la AFA.
«Las estrategias cambian y el resultado es el mismo. A ocho meses de haber decretado la necesidad y la urgencia de imponer un cambio en el modelo del fútbol argentino, los clubes siguen siendo de los socios», señaló Toviggino, subrayando que, a pesar de la presión ejercida por el Gobierno, la voluntad de los clubes permanece firme en mantener su carácter de asociaciones civiles.
Toviggino también advirtió sobre las posibles consecuencias de una intervención, calificando tal medida como «propio de un régimen dictatorial». En su mensaje, alertó que una acción de este tipo podría llevar a la desafiliación de la AFA de la FIFA, lo que significaría la desaparición de Argentina del escenario futbolístico mundial, afectando gravemente el orgullo deportivo y cultural del país.
La posibilidad de intervención ha suscitado una fuerte reacción en el ámbito futbolístico, donde la AFA ha dejado claro que no cederá ante lo que considera una imposición externa que desvirtúa la esencia del fútbol argentino. La amenaza de una intervención por parte del Gobierno no solo profundiza el conflicto, sino que también pone en riesgo la posición de Argentina en el fútbol global, con consecuencias que podrían ser irreversibles.
Este nuevo capítulo en la disputa entre la AFA y el Gobierno marca un momento crítico en la relación entre el deporte y la política en Argentina, donde las decisiones que se tomen en los próximos meses serán determinantes para el futuro del fútbol en el país.