Los vecinos del barrio LU4 continúan expresando su preocupación y frustración luego del derrumbe de una parte del edificio, que los ha dejado sin posibilidad de habitar el lugar. Una de las vecinas afectadas, Liliana, compartió sus sentimientos, destacando la difícil situación que enfrentan tras casi tres semanas fuera de sus hogares.
Liliana, quien ha vivido en el lugar durante 36 años, lamentó la pérdida de su hogar y el impacto emocional que ha tenido en ella y su familia. A pesar de haber mantenido sus impuestos al día, se encuentra en la calle sin respuestas concretas por parte de las autoridades. Expresó su tristeza al encontrar que su departamento ha sido invadido por ratas y que ahora se ve obligada a sacar sus pertenencias.
Además, señaló que han seguido todos los procedimientos necesarios y han recurrido a la ayuda de abogados en busca de una solución. Sin embargo, hasta el momento, no han recibido ninguna respuesta satisfactoria. Destacó que, junto con otras seis familias afectadas, continúan esperando un documento oficial que confirme que el lugar no es seguro para habitar.
Liliana también mencionó los problemas previos en el barrio, incluyendo problemas con los caños de gas, agua y cloacas, lo que sugiere que el problema podría ser estructural en el suelo. Solicitó la intervención de expertos para evaluar la seguridad del lugar y proporcionar una solución adecuada.
Finalmente, expresó su gratitud hacia los medios de comunicación y la policía por su apoyo, pero instó a las autoridades pertinentes a tomar medidas concretas para ayudar a las familias afectadas. La falta de respuestas y la necesidad de vivir en condiciones precarias o en hogares temporales continúan siendo una carga emocional y financiera para estos residentes.